Ayer estuve con Jaime, Ángel, y Eva. Los de la Asociación asistieron a ver Cabaret. No quisieron entrar , y nos fuimos a pasear y tomar algo.
Después de tanto egoísmo, de mentiras que no entienden, del abandono de los suyos, de no saber donde están, ni por qué están así, no han perdido la sonrisa, que eso sí que es una discapacidad.
A Dios le pido lo mismo que esta gente a mi: "amame como soy"
Yo tampoco puedo cambiar, aunque bien sabes que lo intenté. No insistas en que cambie el color de mis sueños. Yo, como ellos, tampoco sé cuantos años tengo. Ámame como soy. Con esta sonrisa lela, o esta mirada extraviada. Perdido e incoherente. Obstinado , intenso , y cariñoso…
Cada día más ausente . Sin saber por qué soy de esta manera tan extraña. Pero experimentado en la soledad sabrosa .
En la terraza de un café Jaime se toma cuatro cafés, uno detrás de otro. Tendríais que ver la mirada de la camarerita. Ángel se bebe el chocolate con manguera. Y Eva me da besos húmedos en la cara. ¡Bien lavadito me deja !
Me pregunto , ¿quién es el incoherente?
Ámame como soy...Dios mío: quiéreme como si no hubiese mañana. Como ellos soy caminante de trayectos extraviados. De sonrisa perdida…
La luz que no puede medirse. Un cuerpo adulto con alma de niño. No me condenes al olvido
Yo amo a mi manera .
Ámame como soy. Los ángeles se parecen mucho a nosotros.
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