La sala estaba repleta de adolescentes que abandonaron en estampida la película a la media hora de proyección.
Abracadabra no es lo que parece y, desde luego, no es una peli de adolescentes..
La trama, de un humor negro espeso y por momentos incluso truculento , es sólo la cobertura para un mensaje mucho más profundo, mucho más sutil, para cubrir la realidad de una sociedad hortea, cañi, donde planea el fantasma del abuso domestico y la violencia de género
El personaje de Maribel Verdú se ve en la tesitura de elegir entre lo malo conocido y lo malo por conocer. Al final, se elegirá a sí misma. La única opción posible. El mensaje más adecuado. Maribel está que se sale.
No es perfecta, desde luego. Pero no es en absoluto una mala película. Quizá la estética choni que se respira a lo largo de todo el film hubiese sobrado. El sidral es considerable.
Pero desde luego, esta película no es lo que parece, y sin duda la recomiendo. Aunque con sus peros.
El argumento es un disparatado y alucinante viaje que oscila entre lo gracioso y la chorrada, cayendo demasiadas veces en este segundo apartado pero sin hacer que el conjunto del film se convierta en un mero subproducto al servicio del chascarrillo.
Realmente, Abracadabra logra despertar curiosidad en lo que sobre el papel podía tratarse de una simple broma. Pero Berger lo lleva bien a la práctica, gracias también a un reparto bastante fiable con Maribel Verdú, José Mota y un Antonio de la Torre que está a su buen nivel habitual.
La cinta termina por perder buena parte de su ya de por sí no excesivo encanto en una recta final donde incluso da la impresión de tomarse en serio a sí misma, abandonando esa zona de cachondeo subrepticio que mantenía el ritmo del film en un punto ligero que invitaba a esperar algo mejor de lo que finalmente llega a ser.
Oye, que no sé si recomendarla tod@s.
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