miércoles, 31 de agosto de 2016

LÁGRIMAS DE MADRUGADA.

Vivo en un entresuelo cerca de una calle peatonal. Debajo de casa hay un bar y una terraza .Es fácil que  al caer  la tarde escuche  conversaciones . Pueden ser  de un  teléfono móvil, o una tertulia   desenfadada , o alguien que pasa por allí a  altas horas de  noche.

Ayer, casi de madrugada, oí llorar  una  mujer. 

Me desveló.

Recordé otro llanto, que no  viene al caso. ¡Hay tanto sufrimiento y miseria en esta vida!. Si hubiese podido  bajaría a  consolar  ese  dolor   anónimo. 

Pensé  en  Silvia.  Viene un  día a la semana a casa a realizar tareas   domésticas. Y me  preguntaba si no serían esas las lágrimas que escuché aquella noche. No sé nada de ella, de su hija, si tiene nietas...no sé nada. Y  tampoco  he preguntado 
qué puedo hacer  por ayudarla,

Me costó conciliar el sueño. No quiero justificarme en  el sufrimiento de  los demás como excusa  para hacerme la víctima . ¿Qué víctima puedo ser yo?. Esa mujer que  gemía  en la soledad  de un pequeño callejón  lloraba sus desventuras, su mala suerte, sus infortunios, sus desgracias . Por  lo  que sea  ,  esa mujer  se sentía arroyada.

Quiero abrazar ese  dolor. 

Y no deja de sorprenderme esta mañana la insensibilidad de  aquellos  a  quienes parece  no haberles pasado nunca nada. Y algo peor: que parecen ignorar la existencia del dolor en otros, como esta  mujer  que me dolió esta madrugada. 

martes, 30 de agosto de 2016

ESTÁS MUERTO

Vivo en una  plaza  peatonal donde  al amanecer y atardecer  se escuchan ecos de pasos y  conversaciones  al azar .

  "¡ Es que  no entiendo nada!"  , grita una mujer debajo de casa 

Realmente uno muere cuando ya no comprende nada y eso suele suceder mucho antes de que el alma abandone el cuerpo. 

Hay síntomas graves. Esta mujer  se refería a  una hija que se había ido a vivir con un hombre veinticinco  años mayor  que la niña. Pero a otras personas  les sucede con las nuevas  fronteras  que se han dibujado en el mundo y que son incapaces de reconocer.

También sucede   con internet . Muchas  personas no entienden nada. Y están  muertas.  O la figura   de aquella mujer que amaste tanto que  conocías toda  su  geografía  , sus lunares, hoyuelos, guiños. Si  no recuerdas  nada   ya estás muerto. Y ella también para ti.

Ves cruzar un grupo de chavales empujándose entre ellos y emitiendo alaridos  como  monos salvajes. Pones  cara de asco, de cabreo infinito, y olvidas  que en otro tiempo tú eras clavadito a ellos . Ya estás muerto. 

De pronto puedes aspirar el aroma de un incensario al entrar en una   iglesia , saboreas  un gazpacho semejante al que hacía tu madre, descubres en casa un disco de vinilo  que bailabas de adolescente  con Carolina ,  encuentras  una foto entre  las páginas de un libro . Y sientes un dolor de  añoranzas , una  nostalgia , una tristeza. Probablemente  te estés  muriendo.

Todo  está  cambiando . La belleza de   todas las artes , las  cosas  que  nos hacen reír . Las modas. Las maneras de rezar . Los alimentos . El río que hablaba Heráclito  no para. Si  no consigues  estar bien en  ningún  puerto , ni con  la tripulación , entonces ya estás muerto. 

El gusto es infinito, pero si  reconoces que ya no entiendes nada de lo que pasa, amig@, estás muerto.


lunes, 29 de agosto de 2016

ESTAMPAS VIVAS (FOTOS)

CENIZAS ENAMORADAS


DOMINGO



DE COLORES




REFLEJO




 ENCADENADO




 AL SOL DEL MEDIODÍA


 MARÍA




 FACHADA




ARAÑA


 PAKISTANÍ




 CELOSÍA





 RECONDITO




 AZULEJOS





 BLANQUIBLAU




 LA BRASA 






 VERJA






 TRES





 ENCLAUSTRADO




 BARCELONA




 SAGRADA  FAMILIA




 CALLEJÓN.





 MÁS  ALLÁ





DOMINGO





domingo, 28 de agosto de 2016

LA VIDA MIRADA (FOTOS)

AUTOBIOGRAFÍA.




LUZ 



CON CAJAS  DESTEMPLADAS


 GEOMETRÍA CAÓTICA


 LA  QUE LEE VIVE  DOS  VECES


 DETALLE



 BRANQUIAS 


 BAOBAB




BARCELONA



ACUARELA (QUE NO ES)




¡CON ESTOS PELOS!





VERDE QUE TE QUIERO VERDE




RAREZA




LA  CAJA DE PANDORA





NENÚFARES






 AMORES .



 AGUAS  BRAVAS





CON EL CULO AL AIRE



MIENTRAS


sábado, 27 de agosto de 2016

SALMÓN DE ANA

Pedí unas  hamburguesas de salmón poco hechas y me acordé de Ana . Ella  me enseñó a  cocinar  ese plato. Lo preparaba  de maravilla. 

Desde entonces para mi no se nombra "salmón" se dice "Anaquégüeno".

Esa mujer  me abandonó  porque el celofán no es
reciclable, y  esa  es   la materia de mis sueños. Me dejó pero ese sabor del salmón es todavía  una buena razón para    estar  unido a ella. Cada porción de ese pez me hace  revivir muchas historias  de amor   que vivimos  juntos las noches de verano en la  terraza  de su casa  mientras bebíamos   bajo las constelaciones un buen  vino ella,  una cerveza yo.

Allí  le  juré  que le regalaría una casa de color siena entre cipreses y viñedos en  Lisboa . Le escribí  unas cartas  que en la  oscuridad  no hacía falta  encender  la luz  para leerlas , pues tenía luz propia su caligrafía enamorada . Le prometí viajes, rutas fotográficas, aventuras  más allá  de nuestros sueños.

Y a pesar de eso ella un día se esfumó sin dejar rastro. Hizo , ¡fú!, como los gatos, y adiós  muy buenas. 

De modo que me estoy gastando una morterada en salmón , puesto que  ese manjar me  recuerda  las horas que disfruté con ella. Pocas o muchas, pero nuestras.

Cuando lo pruebo me invade su nostalgia. Comienzo  a masticar con los ojos cerrados y enseguida aparece Ana  delante de mi : la imagino sentada  y sonriendo.

Durante algún tiempo pude controlar el sabor del salmón . Este adoptaba todas las formas de nuestra pasión. En el interior de  ese  plato se hallaban también las palabras  que  pronunciamos y hasta podría recordar cada matiz de su voz , el guiño de su mirada en esa  cocina. 

Sé, porque me ha pasado otras veces ,  que un día la olvidaré. Tomaré un salmón a  la plancha  y nada. Ni un recuerdo. 

Una tarde  nos cruzaremos  y ella no  me reconocerá  Pero  seré  un hombre feliz. El salmón me  llevara a viajar solo hasta   aquella casa en Lisboa donde nadie me esperará  nunca.

Uno poco a  poco  va conociéndose y sabe lo fácil que es resultar herido, sobre todo si uno se emplea a fondo. Soy un desastre: me gusta comer de verdad, beber de verdad, besar de verdad, hablar de verdad, enamorarme de verdad y cuando pones tanto en todas esas cosas lo más normal es que salgas lleno de cicatrices. 

En fin, que uno es  así y no hay que darle  más vueltas.



El que  lo probó  lo sabe.
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viernes, 26 de agosto de 2016

EL SOL QUE DESINTEGRA A LOS VAMPIROS

Me formaron en el misterio en la Religión. : una zona inaccesible que rodea a Dios. 

Hubo tiempos donde  ese misterio  sólo estaba reservado al sacerdote . La Misa se celebraba de espaldas al pueblo , y en la Consagración , sólo  el sacerdote  podía  penetrar en ese arcano. 

En el tito ortodoxo eso se lleva a  lo más  íntimo : entre cortinas y susurros.

Viví  juramentos, vestiduras, ungüentos, imposiciones de manos . 

Después  franqueas  el interior del arcano y te das   cuenta de que ese espacio sagrado está lleno de golfos. Porque  somos  una Iglesia de pecadores. Otra cosa es que lo quieras reconocer. Porque "pecador" no es el que dice palabrotas, o el que mira con lujuria a una mujer, o el que habla mal de los demás.

Los pecados son  otros. Y muy  bestias.

Resulta  que  en la trasera de muchas instituciones santas hay  muchas cuentas pendientes y asuntos de los que mejor no hablar. Lo mismo que en el Templo de Tebas  había una pandilla de sacerdotes borrachos bebiéndose el vino y devorando los terneros del sacrificio. 

Para esa Religión, y esos pobres fieles , Dios no sería nada sin el misterio. 

También Drácula necesita la oscuridad para poder gobernar sobre algunas gargantas, pero el sol desintegra a los vampiros. Lo mismo le sucede con la luz a  los servidores de todos los tabernáculos.

Cuando Manuela estaba enfermita un sacerdote , que nos queremos  sin vernos, me envió una foto del Sagrario de su parroquia  donde puso una cartela  con los nombres de ella y mío. Me conmovió. Me conmueve. Porque  desveló el misterio, abrió esa puerta maravillosa, nos puso en la frontera de la Fe, donde  ya no se puede  ir más allá. En  ese lugar  que hasta bien poco estaba prohibido a gente  como nosotros.

Y estuvimos  donde  había que estar. En la Luz que desintegra  a  los vampiros.

¡Gracias, Fader!