viernes, 26 de agosto de 2016

EL SOL QUE DESINTEGRA A LOS VAMPIROS

Me formaron en el misterio en la Religión. : una zona inaccesible que rodea a Dios. 

Hubo tiempos donde  ese misterio  sólo estaba reservado al sacerdote . La Misa se celebraba de espaldas al pueblo , y en la Consagración , sólo  el sacerdote  podía  penetrar en ese arcano. 

En el tito ortodoxo eso se lleva a  lo más  íntimo : entre cortinas y susurros.

Viví  juramentos, vestiduras, ungüentos, imposiciones de manos . 

Después  franqueas  el interior del arcano y te das   cuenta de que ese espacio sagrado está lleno de golfos. Porque  somos  una Iglesia de pecadores. Otra cosa es que lo quieras reconocer. Porque "pecador" no es el que dice palabrotas, o el que mira con lujuria a una mujer, o el que habla mal de los demás.

Los pecados son  otros. Y muy  bestias.

Resulta  que  en la trasera de muchas instituciones santas hay  muchas cuentas pendientes y asuntos de los que mejor no hablar. Lo mismo que en el Templo de Tebas  había una pandilla de sacerdotes borrachos bebiéndose el vino y devorando los terneros del sacrificio. 

Para esa Religión, y esos pobres fieles , Dios no sería nada sin el misterio. 

También Drácula necesita la oscuridad para poder gobernar sobre algunas gargantas, pero el sol desintegra a los vampiros. Lo mismo le sucede con la luz a  los servidores de todos los tabernáculos.

Cuando Manuela estaba enfermita un sacerdote , que nos queremos  sin vernos, me envió una foto del Sagrario de su parroquia  donde puso una cartela  con los nombres de ella y mío. Me conmovió. Me conmueve. Porque  desveló el misterio, abrió esa puerta maravillosa, nos puso en la frontera de la Fe, donde  ya no se puede  ir más allá. En  ese lugar  que hasta bien poco estaba prohibido a gente  como nosotros.

Y estuvimos  donde  había que estar. En la Luz que desintegra  a  los vampiros.

¡Gracias, Fader!

 

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