Nació a la sombra de un Castillo en un pueblo en los Montes Torozos. Le encanta explorar su corazón porque ahí están unidas la tierra de Toro , Benavente , Valladolid.
Se hizo así misma. Ahora transmite qué decir y qué hacer . Es toda energía, camina con garbo, mira a los ojos, y se muestra amable y solícita.
La confianza en sí misma parece las esencia de su carácter . En otros tiempos fue una muchacha tímida, secundaria. Creció a la sombra de un padre autoritario, castrante. Sin embargo, con los años consiguió aceptar, entender.
Se casó joven. Un día escapó y comenzó una vida nueva en otra ciudad. Se llevó en su regazo sus dos hijos. Se apoyó en sus hermanos para comenzar de cero económicanente . Con toda la ilusión del mundo trabajó en una carnicería. No sabía nada de charcutería, casquería, morcillas y embutidos. Llegó a especializarse .
Después abrió una tienda de Catering. Aprendió a cocinar. Se convirtió en la estrella modesta de una plaza al que daba su peculiar atmósfera. Su timidez e inseguridad se ocultó tras una nueva actitud extrovertida, atenta, alegre,,amable. Llevar la tienda de Catering fue su universidad . Era agradable siempre, tolerante rechazaba las primeras impresiones de la gente . Amistosa, sin ser obsequiosa.
Esto le hizo sentirse querida.
Después de un día de trabajo le gusta retirarse, estar consigo misma, pasear, leer , fotografíar la vida. En la vida privada es mucho más reservada y, según afirma, "difícil".
Los hijos se ha independizado . Es algo de lo que se siente particularmente orgullosa. Ha sido un camino arduo, una adolescencia atormentada. Estuvo a su lado hasta llegar al cruce de caminos donde cada uno toma la senda que quiere. Hoy los mira y sus ojos brillan de un modo que sólo conocen las madres.
Siempre ha buscado la verdad aun sabiendo que corre el grave riesgo de encontrarla. Trata de conocerse a sí misma. Es verdad que hay gente que empieza a explorar el alma con cierto rigor y descubre que es idiota. Eso me sucede a mi. Pero ella tiene una pulpa de inocencia maravillosa.
En la mayoría de la gente que conozco en su interior hay un pozo ciego donde anidan las lombrices. Se esconde un pecador, un mediocre honorable, un ridículo codicioso o, en el mejor de los casos, un pobre hombre. Pero el asunto ya no tiene remedio.
Ella no es así. La transparencia es la señal de la gente buena.
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