miércoles, 14 de septiembre de 2016

EL PODER DEL ARTE

De los rostros  de la Familia de Carlos IV   retratados por Goya , sorprende la mirada de  sus miembros . Está  hecho  con toda  la  mala leche de un maño  que  desnuda  la soberbia, la vanidad, la  pereza, la envidia, la maldad   del grupo.

He visto miradas  igual de estúpidas  en   nuevos ricos  que ni siquiera son reyes  sino simples propietarios de una  tienda. . Están sentados en las terraza  de un bar  cercano a  la tiendecita   y son pobres hombres sin poder alguno, pero bajo el toldado  conservan en los ojos una desconfianza o dureza que alcanzaría la materia del arte si además de  tener un management  también fueran reyes. 

 Allí hay  una  jauría  aterrorizada ante la mirada del artista. Todos los críticos aluden a los ojos terribles de algunos personajes. como la mirada de María Luisa de Parma o  la terrible de María Josefa , al fondo ; en cambio, nadie imagina que los ojos devastadores eran los de Goya , negros y concentrados como la verdad misma, que en ese momento estaban escrutando con absoluta imparcialidad el rostro de  tanta  podrdumbre. 

Atrapados  en el  lienzo frente a un artista singular, la familia de Carlos IV , que se saben sin escapatoria, ensayan  una mirada impostada  sólo para defenderse. 

En realidad, estaba pensando: este maño  hijo de perra, trata de desnudarnos . Si nos  sigue mirando con esa intensidad, sin duda, va a descubrir que nuestras  bocas  han devorado conjuntamente mil asados y mil mujeres. Que  tengo más cuernos que una manada de ciervos. Que  la envidia  me carcome...Nos  han  dicho   que este Goya  es un pintor superdotado, de modo que va a saber que mi nariz  abotorgada se debe a la cantidad de vino que he bebido .

Leerá en mi ceño adusto que no soporto a este cerdo. Notará en mi cara que soy un hombre sumamente débil que  sabe  que la gorda  y mandona  que está a mi lado  me es infiel. 

Este hijo de perra me va a destruir con sus ojos; estoy simulando que soy tan fuerte como él. 

Hoy, viendo su retrato  sabemos  que estamos contemplando   una  gente  asustada frente  al inmenso poder del arte.

Francisco de Goya y Lucientes

1 comentario:

  1. Muy buena reflexión. Un retrato así tendrían que haberles hecho a los nefastos Borbones, y no esa mierda de retrato que les hizo Antonio López… a partir de una fotografía de hace veinte años. Por lo visto hay gente dispuesta a pagar mucho dinero porque se piensa que el hecho de tener un retrato colgando en un museo les reviste de un porte y una dignidad que los distingue de los demás mortales.

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