"El deseo de luz produce luz.
Hay verdadero deseo cuando hay esfuerzo de atención.
Es realmente la luz lo que se desea cuando cualquier otro móvil está ausente.
Aunque los esfuerzos de atención fuesen durante años
aparentemente estériles, un día, una luz exactamente proporcional a esos esfuerzos inundará el alma. Cada esfuerzo añade un poco más de oro a un tesoro que nada en el mundo puede sustraer".
Simone Weil
Hay verdadero deseo cuando hay esfuerzo de atención.
Es realmente la luz lo que se desea cuando cualquier otro móvil está ausente.
Aunque los esfuerzos de atención fuesen durante años
aparentemente estériles, un día, una luz exactamente proporcional a esos esfuerzos inundará el alma. Cada esfuerzo añade un poco más de oro a un tesoro que nada en el mundo puede sustraer".
Simone Weil
Muchas veces, ante situaciones donde el barco de mi vida se iba a las piedras , he repetido como un mantra una serie de frases que hoy sé que actuaban de un modo medicinal.
Es verdad eso de que "el deseo de luz produce luz".
Yo deseaba no ser de la forma de esa manera que me llevaba a callejones sin salida. Muchas veces era algo enfermizo.
Eran frases cortas que decía en voz alta, y que aún digo, cuando estoy desorientado, confuso, en el desvarío. Siempre eran de un tono positivo, esperanzado, sabiendo que , de una manera que desconocía, llegaría la luz.
"¡Dios qué lío me he metido!" era una de ellas.
"¡Pero qué mal, qué mal!".
Todas iban en este sentido.
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