Lo peor de acostumbrarnos a vivir es que no percibimos la belleza cotidiana de los pequeños paisajes que nos rodean. El mejor paisaje, ¡qué gran alegría descubrirlo!, es el rostro humano.
Cuando el peligro de acostumbrarse afecta a la seguridad de las personas, hemos ideado unos sistemas de seguridad. Son protocolos donde, con frecuencia, son varios los que atienden diversos pasos que buscan que sean conscientes de dónde están, y qué están haciendo.
En una central nuclear, por ejemplo, son varios los ingenieros que deben abrir , con llaves diferentes distintas puertas, con una uniformidad de seguridad, unos protocolos...todo para que no llegue la costumbrarse en sus labores antes de alcanzar el núcleo.
En una cocina sucede lo mismo: está repleta de protocolos de seguridad: uniformidad, toma de temperaturas, cartelería avisando de riesgos...
En una cocina sucede lo mismo: está repleta de protocolos de seguridad: uniformidad, toma de temperaturas, cartelería avisando de riesgos...
En tu silencio, en esos minutos de meditación, también vas a visitar el núcleo de tu corazón , y es importante que guardes tu particular protocolo para que no te acostumbres:
- Busca una buena postura. Recógete.
- Respira de un modo consciente.
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