Despierto por la mañana temprano, antes del amanecer.
Quedo en silencio, escuchándome dentro. No rezo. Estoy atento. Ya llegará, como llegan todas las cosas.
Con Dios hay que estar dejándose querer.
He tenido muchas imágenes de Dios, y olvidé la más importante. Me hablaron del castigo y el premio, y eso no significa nada , porque si el castigado no sufre por la sanción, entonces, ¿qué?. Hoy sé que Dios es Padre.
No pares hasta que esa sea la única idea que tengas de Él.
Alguien te dirá, "bueno sí, pero...".
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