domingo, 6 de noviembre de 2016

NOTAS DE UN SÁBADO

Hay un sentido de la cotidianidad, que disfruta  el que lo sabe  ver.Se  trata de  hacer visible y palpable la mirada que se cruza, un manojo de sonrisas festivas, el amarillo  azafrán de las hojas del otoño en una plaza, o el magenta de una planta  que se asoma  en  una maceta.

Al final, la vida  diaria tiene un prodigioso  poder  de nostalgia. Se hace  extraordinariamente intenso  el
sentimiento de   derelicción , como de abandono  y soledad   que empapa     la vida del hombre.



















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