Hoy se cumple un aniversario del fallecimiento de mi padre. Un hombre ejemplar.
Mi primer recuerdo de él es sentado sobre su espalda , mientras realizaba flexiones en el suelo.
Antes de morir le llamé , le pedí perdón, y le di un recado para que se lo dijese a la Virgen María. El hombre, sorprendido por la petición, exclamó: "¡ualaaaa!".
Le echo mucho de menos. Les echo mucho de menos:el asunto no son los sueños: me gusta soñarlos. El asunto está en los amaneceres. Despertar y no teneros, no poder abrazaros, ni acariciaros, ni besaros. ¡Allí está el asunto!: soñar con vosotros y despertar solo.
Sin embargo, sé, o eso espero, que estaremos juntos allí, los que tanto nos quisimos aquí.
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