Fin de año.
Hace unos días fui felicitar las fiestas a mi casero. En realidad , busqué esa excusa para pedirle perdón, otra vez, aprovechando estas fechas . Se negó a recibirme. Dice que soy una mala persona. El hombre está herido en su orgullo. ¡Qué malo es el orgullo!
También por estas fechas he buscado hacer las paces con alguna persona más. Tampoco he recibido acuse de recibo.
No es bueno tener cuentas pendientes ni asuntos de los que mejor no hablar. Pero el perdón es una decisión, no un sentimiento.Y cuesta mucho.
Uno, que ha sido un trasto toda su vida , bendice el pasado y busca perdonar también a aquellos que le han hecho daño.
Hace unos días escribí sobre el hilo del Destino que une a las personas con las que vamos a compartir nuestra vida. Ese hilo no se puede romper. Lo puedes enredar, liar, embrollar. Eso hacemos cuando
guardamos rencor, nos sentimos despechados,heridos. Hoy, último día del año 2.016, no puedo menos que desearte que desates esos nudos que te tienen atrapado.
guardamos rencor, nos sentimos despechados,heridos. Hoy, último día del año 2.016, no puedo menos que desearte que desates esos nudos que te tienen atrapado.
Los seres humanos no somos la especie más fuerte en el planeta. No somos los más rápidos. Nacemos muy desasistidos e indefensos. La ventaja que tenemos es nuestra habilidad para compadecernos, para amar, para cooperar, para ayudarnos los unos a los otros.
Nos reconocemos a nosotros mismos en cada uno, y estamos programados para apiadarnos del débil , somos capaces de entregarnos hasta el el heroísmo, nos desprendemos por grandes causas. Nos enamoramos, sí, pero superamos también el desamor.
Y esas cosas son las que han hecho que lleguemos hasta aquí.Es por eso que hemos sobrevivido.
Y esas cosas son las que han hecho que lleguemos hasta aquí.Es por eso que hemos sobrevivido.
Siete mil millones de personas en un pequeño planeta.Suspendidos en la inmensidad del espacio, completamente solos.Y nos enfadamos. Cómo le damos sentido a eso es el gran misterio de nuestra frágil existencia. Quizás estar solos en el universo es lo que nos mantiene juntos.Necesitados unos de otros de formas insignificantes, pequeñas cosas, creando un enredo maravilloso ... contigo... conmigo, con nosotros. Y si eso es verdad... entonces vivimos en un mundo donde todo es posible.
No te quedes en el lado oscuro.
A pesar de nuestras tecnologías de la comunicación, ningún artefacto es tan efectivo como el sonido de la voz humana. No hay sonido más precioso que la voz. Piensa en tu madre, tu mujer, la hija, aquel amor...
Cuando oímos una voz , instintivamente queremos escuchar esperando entender lo que dice. Incluso cuando quien habla busca las palabras correctas que decir. Incluso cuando a quien escuchamos está gritando, o llorando, o rezando , o cantando.
Alguien me hizo observar que la voz humana tiene una resonancia distinta de cualquier otro sonido. Es por eso por lo que podemos oír la voz del cantante por encima de los sonidos de una orquesta entera. Siempre oiremos al cantor, no importa qué más esté sonando.¿ Y cuando es un coro?: ¡Dios!, ¡ lo que hemos compuesto,lo que hemos rimado, lo que hemos rezado!
¡La de inventos que hemos hecho para comunicarnos!
Hoy enviaremos más de 300 billones de mails, 19 billones de mensajes de texto, agregándose a un mosaico de proporciones gigantescas . Aun así nos sentimos solos.
Todas las palabras que hablamos o escribimos se usarán para herir o sanar. De ti dependerá. También nuestros silencios pueden herir.
Estamos conectados para compartir nuestras ideas. ¡Deseamos tanto saber que hemos sido escuchados!. Todo es parte de nuestra necesidad de comunicarnos, de querer, de que nos quieran, de entendernos. Por eso estamos mandando constantemente señales y signos. Esta entrada es eso, una señal .
Por eso los buscamos en otras personas. Siempre estamos esperando mensajes. Esperando conectar. Y si no recibimos algún mensaje, no siempre significa que no nos lo hayan enviado. A veces significa que no hemos estado lo suficientemente atentos.
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