Fui a ver "Silencio", la última película de Scorsese.
Maravillosa. Trata de la Fe. , ¿Cómo se obtiene?, ¿Cómo creer en lo que no vemos?, ¿Quien considera si eres creyente o no crees?. Se vislumbra en el silencio como un regalo precioso, una elección que no te pertenece, es una apertura de tu alma y tu corazón. Toda la película es un homenaje a esa fe sencilla y conmovedora.
Scorsese vuelve a demostrarnos su maestría, curiosamente, alejándose de su habitual estilo de montaje adrenalítico y narración sincopada para darnos una lección de cine clásico, rozando la perfección en la elegancia de las imágenes y otorgando a este sobérbio trabajo la profundidad, intensidad y reflexiones suficientes para plantear un viaje a través de la fe y al mismo tiempo mantener el interés en lo expuesto de una forma apabullante.
No es este un trabajo para todos los paladares. Su ritmo templado y la calma en la narración alarga el metraje, que si bien, no aburre en absoluto, puede resultar cargante para espectadores que buscan otro Martin.
Es esta una historia intensa, de reflexiones, de valoración y dudas , de convicciones, de lucha interior, y, a veces, de fractura en tus creencias e incluso de derrota, de desolación y pérdida del rumbo en la vida, que sin duda estamos obligados a superar, o bien, a sobrevivir.
Para mi el debate con la imagen de Cristo es de lo mejor de la película.
Dicho esto y sin querer entrar en detalles, entiendo que es una película no comercial que responde a íntimos debates de Scorsese sobre la redención, que ha hecho una película muy rica en matices, compleja y larga. Muy interesante como plantea los distintos niveles de la agonía del padre y su diálogo con el irónico inquisidor.
El tema del cristiano delator, que traiciona al padre Rodrigues y que una y otra vez pide perdón y confesión, pone a prueba la fe de dicho padre porque el cristianismo es una religión de perdón. No inventó el pecado.
Larga, compleja, desmesurada, polémica y atrevida. No importa cual sea tu fe, esta es una extraordinaria película humana. Deja que lo nuevo de Scorsese te agarre, te zarandee, te sacuda y te destroce en cuerpo y alma. Al final del viaje, creerás.
Martin Scorsese iba a ser sacerdote, y probablemente en ese final ( ¡como siempre, otra mujer es la portadora del misterio de la vida del protagonista!) , está la razón de su fe. Perder la fe para ganar la Fe.
Muy barullana. Sin duda este es uno de los trabajos más personales del director.
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