Goya pinto escenas felices en la pradera con tonalidades rosas, azules y verdes. Los juegos en el columpio y las fiestas campestres eran sueños de una España buena y feliz.
Pero este hombre atormentado e infeliz dibujó también la España en aguafuertes llenos de ajusticiados, brujas, monstruos, toros alanceados, caballos destripados.
Goya pintó una duquesa desnuda con carne rosa , cartones para tapices pon escenas galantes. También un ahorcado , o el garrote vil, un asno con levita y los capirotes de la Inquisición. Da miedo entrar en la sensibilidad de ese hombre triste.
El Goya de la Quinta del Sordo, era un viejo lleno de rabia , de demonios interiores y sabiduría. Allí realizó sus pinturas negras. Es la visión de pesadillas corrosivas, esquizofrénicas: riñas a garrotazos, aquelarres presididos por un Neptuno que devora a su hijo, aquelarres.
Goya era un hombre bueno que la vida le decepcionó, y que supo ver debajo de la basura que le acompañó que también existe una España limpia , alegre, sencilla y moral
Debajo de sus pinturas , como nos sucede a muchos de nosotros, hay dos visiones de la vida. A veces aparece nuestro lado más oscuro, rebelde, lleno de cólera y vesania...pero si raspas en la capa de ese mundo atormentado encuentras tu otro yo: alegre, colorido, optimista, de verdes praderas en suaves laderas, majas con quitasoles, hombres con zancos.
Una pena ser así.
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