Para algunos vivir es caminar. Entre las luces del amanecer y el atardecer todos los días cruzo las ciudades que vivo y esto es una filosofía de la vida.
Durante el trayecto pienso en las cosas de mi vida, las que me ocupan, o las que imagino. Lo de "la loca de la casa" en mi caso está muy bien descrito, mi imaginación está como una puta cabra.
Veo un perro temblándoles las patas por el esfuerzo de hacer caca .Una señora guapa y pija limpia los excrementos con la gracia de un mayordomo inglés. Desde luego ser perro en España es un privilegio. Defecar tranquilamente en las calles más selectas , en la Calle Mayor, frente al Monasterio , eso es un lujo perruno. Haga usted la prueba, póngase en cuclillas en la calle , bájese los pantalones, échese a temblar el trullo estreñido, y a ver qué pasa...¡y encima que alguien pase a su lado y le limpie el culo!
Me gusta más caminar por la ciudad llevado por el agua anónima de la gente entre adolescentes que se besan encima del capó de los coches , ancianos solitarios que pasean su soledad, rubias que limpian el culo de sus chuchos, el flujo de las miradas anónimas, las pasiones de los rostros, la sirena de las ambulancias auyándole a la luna, y yo, buscándote.
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