martes, 21 de febrero de 2017

EL TRIGO Y LA CIZAÑA

La vieja serpiente   que aparece en la Historia Sagrada es un personaje inocente de Walt Disney  comparado con el fundador de los Legionarios , o con  cualquiera de los narcos que matan una familia entera para superar una prueba de entrada en la organización, o esos militares que reclutan niños de la guerra , o los proxenetas de  niñas  en  los Barrios Chinos de cualquier ciudad.

El demonio que nos habían enseñado de niños era sólo un gamberro simpático que se limitaba a pinchar el trasero de los condenados con un tenedor.

Pero el mal existe. El auténtico Satanás es ese tipo achulado que se sienta  en un consejo de un Banco, en una bancada en el Parlamento, en una silla episcopal, en la dirección de una empresa...

El espíritu del mal ha tomado el cuerpo de ese sabueso asesino cuyo nombre propio figura en un carné de identidad corriente. Uno tiende a pensar  que ningún acto humano tiene importancia si se considera la relatividad del tiempo y del espacio. Veinte mil millones de años de silencio han precedido a esta brevísima cerilla encendida que es la vida y otro silencio de infinitos millones de años seguirá cuando el ínfimo resplandor de la humanidad se haya apagado.

 "El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero, mientras dormían los hombres, vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo, y se fue. Cuando brotó la hierba y echó espiga, entonces apareció también la cizaña. Los siervos del amo acudieron a decirle: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña? Él les dijo: Algún enemigo lo hizo. Le respondieron los siervos: ¿Quieres que vayamos y la arranquemos? Pero Él les respondió: No, no sea que, al arrancar la cizaña, arranquéis junto con ella el trigo. Dejad que crezcan ambas hasta la siega. Y al tiempo de la siega diré a los segadores: arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla; el trigo, en cambio, almacenadlo en mi granero".

"Mientras dormían". Satán no duerme. Los malos duermen poco. 

Tiene gracia  que entre estas dos eternidades de helio venga alguien cabreado o lleno de vanidad diciendo: usted no sabe con quién está hablando. ¡Qué  estupidez!  Para el mal, y los  malos , todo es relativo . ¡Que más da un hombre menos, un millón menos! 

Pero los buenos sabemos que la belleza salvará el mundo .  Las aspiraciones del mal , y de  los malos,  que hayan podido tener los mortales las absorberán los astros.       Pero  cualquier acto de heroísmo o de amor ,  permanecerá . El odio  se perderá también en el espacio. 

Cuando termine esta historia de locos contada por un idiota  este  planeta  quedará impregnado por todos los sueños buenos que experimentaron los humanos.

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