domingo, 26 de febrero de 2017

HASTA EL ÚLTIMO HOMBRE (CRÍTICA)

La historia de Desmond Doss  demuestra, una vez más,  que Mel sabe hacer películas y que posee un dominio de la técnica cinematográfica como pocos en la actualidad. Mel Gibson es un hombre peculiar, sin complejos y con las ideas bien claras. Le  sucede  como a  su  biografiado : tiene  sus verdades   y  nadie  le  desviará de ellas. . Así que no había nadie mejor cualificado para trasladar a la gran pantalla la épica historia de Desmond ,  un hombre con unas convicciones de acero, que le propiciaron realizar una de las hazañas más impresionantes en el peor escenario posible, la terrorífica batalla de Okinawa (Japón) de la Segunda Guerra Mundial... una gesta que lo convirtió en el primer objetor de conciencia, en la historia estadounidense, en recibir la Medalla de Honor del Congreso.

En la película hay  dos partes, una primera más tranquila y de corte clásico y la segunda centrada exclusivamente en el campo de batalla. Con lo que respecta a la  primera  se desarrolla de forma maravillosa la historia de Desmond Doss, su madure, y el romance que inicia con una enfermera. En esta parte, podemos destacar la enorme interpretación de Hugo Weaving, que encarna a un atormentado padre de Desmond, destruido por haber combatido en la Primera Guerra Mundial. 

El que Mel nos haya situado en una cinta que rezuma clasicismo tiene su razón de ser, ya que al entrar la segunda parte, ésta cobra una fuerza mayor, ya que contrasta a las mil maravillas con el infierno que les espera a   este hombre  y su batallón en la colina japonesa. El idílico mundo relatado en su primera parte se desmorona por la violencia sin contemplaciones, ni medias tintas, de la guerra. Aquí estamos con el Gibson de  La Pasión. , que   demuestra con mano firme de que pasta está hecho, con una cruenta batalla que le da vuelta y media a la vista en nuestro conocido "Soldado Ryan" de Spielberg. 

Aquí no hay banderas ondeantes ni discursos sensacionalistas, aquí se narra el horror puro y duro, una inmensa dosis de realidad en el que nos golpea en toda la cara y con la mano abierta. Los inquebrantables principios de Doss cobran más fuerza todavía, y muestran a un joven que, pese a no coger ni un arma no es para nada un cobarde, sino que se erige como el más valiente a ras del campo de  batalla. Con ello, Mel lo ha conseguido... ofrecernos una película sumamente violenta pero antibelicista y pacifista, valga la paradoja... y de paso, darnos una auténtica lección de  cine puro.

Para  mi ,  "Hasta el último hombre" es una película impresionante, posiblemente la mejor del género bélico en lo que llevamos de Siglo XXI, que posee unas interpretaciones sobresalientes, destacando a unos sorprendentes Sam Worthington y Vince Vaughn (quizás su mejor papel hasta la fecha), una hermosa Teresa Palmer y un Andrew Garfield que se consagra como un actor de nivel (tras haber trabajado también con Martin Scorsese).

Muy  barullana.

Resultat d'imatges de hasta el último hombre

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