Nadie habla del agua que cae después de la lluvia, cuando vuelve el sol, y un aire de olor a tierra y campo peina los campos húmedos .
Son pequeñas cosas, pero preciosas. Como el brillo de miel de las lágrimas de las chicas que lloraron mientras llovía por un amor perdido. Eso no es ninguna tontería, porque ese dolor es de verdad.
Todo es parte del ciclo de la vida, que es también el ciclo del agua: El agua se gasifica , vuelve a la atmósfera , a nuestros pulmones, respirando el soplo que sentimos en la cara. Y esas lágrimas vuelen a entrar en nosotros.
Es como encontrar algo que habías perdido, y que dolió , pero nada se pierde en realidad.
Así es el amor , un ciclo como el del agua donde cada segundo que pasa , cada vuelta que damos a la luna, y ese viaje que realizamos alrededor del sol no hace mas que decirnos ¡VIVE! Vive y ama lo que tu eres, como tu seas, por lo que seas.
A todos nos pasan las mismas cosas. Y siempre se sale de todo. No te canses nunca de soñar. La vida es muy corta para no ser felices juntos. Llorarás, y esas lágrimas, y la razón de ellas, regresarán a ti evaporadas, esperando otro motivo más para llorar.
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