Los seres humanos queremos ser felices. Este proyecto colosal, irremediable y vago dirige todas nuestras creaciones. Es un afán privado, pero que sólo puede colmarse mancomunadamente.
Esa felicidad es como el ojo, que si se ve a sí mismo está enfermo. Hay que operar el cristalino opaco que hace que nos veamos el ojo.
Así, cuando nos vemos a nosotros mismos , estamos enfermos.
También se dice que la felicidad es una puerta que se abre hacia afuera, queriendo significar que si se abre hacia dentro, nos obliga a dar un paso atrás para que ella ocupe nuestro espacio.
Respecto a la felicidad se han dicho muchas idioteces, una es la de "querer es poder".
Eso es una sandez.
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