domingo, 16 de abril de 2017

HA HECHO GRANDES COSAS EN TI.

Sabían los cerezos el secreto de sus oídos llenos del verde puro de la acústica de las ventanas y los  jardines se llamaban por el nombre de las palomas que bebían agua en sus surtidores.

Ella comenzaba a andar  con la  gracia  de las niñas con sandalias planas , y ese donaire  infantil, fresco, de aldeana  que baila y ríe sencilla.

En cada pupila le había nacido una arrullo  de palomillas, y al  rezar  dejaba vocales que inventaban en silencio una pequeña  canción de amor   en su sitio.

Ella tenía todos  los nombres alrededor, como musarañas  que vuelven a casa a encontrar el sentido  de su existencia.

¡María!: la chimenea  de encina de esa habitación te perfuma , y en las paredes  se reflejan las chispas de brasas nuevas que te hacen tan hermosa.

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