lunes, 10 de abril de 2017

PASO DE PEATONES.

Sant Cugat. Una mujer  espera  en el  coche   al lado del mío a que el semáforo se  ponga verde.

Coqueta , se  mesa  la melena  y se repasa los labios con un lápiz.Me pregunto  quién será, cómo se llamará, de dónde vendrá. Me mira. Tiene una  mirada desafiante, algo vulgar. Parece que tiene prisa. Se mueve por instinto.

No sé nada de ella. Le  llevo veinte años, por lo menos.  Por la calle, entre los dos, pasan dos ancianos cogidos de  la mano, con una lentitud  desmayada y romántica. Hace viento  y una  bolsa   se pasea  entre las zapatillas felpudas de él .

El semáforo de peatones  pita  avisando que faltan unos segundos para  arrancar los coches.

Nos miramos la   chica y yo. Le arqueo las  cejas como advirtiéndola de que habrá  que esperar a  que  los ancianos alcancen la cera.   La chica sonríe. Parece que ya no es invierno. ¿Qué será?:  ¿secretaria?, ¿enfermera?, ¿ama de casa?, ¿camarera o profesora?

En el bolso llevará kleenex , un  cepillo para el peinarse, un portátil

¿Cuántos cadáveres  de amores esquinados tendrá en su armario ? Hay un rumor de motores  mientras la pareja  esprinta  arrastrando los pies   hacia  la meta.

Vuelven a  cruzarse  nuestras  miradas. Le saludo  con los deditos tamborileros al  aire. Ella  se ríe. Pita un coche detrás. Es  un tío con cara de estreñido  que me hace señal de que ya me vale.

No sé qué pensará ella de mi. ¡Si supiera!: soy un   pobre hombre con ganas de zamparme una sonrisa  al vuelo.

 Se oyen violentos chirridos de caucho, la tarde ya ha prendido las cornisas. Ella sale zingando . Suspiro.Si esa mujer y yo nos hubiéramos conocido en cierta ocasión tal vez nos habríamos amado hasta  más allá , hubiésemos  llorado  nuestra separación, y también hubiesen dejado sus ruedas las roderas de caucho en el asfalto de mi corazón.

Llevaba un sueter azul.  No sé nada de ella.  Pudiste haber sido  la  mujer  de mi vida. 

Adios, chica. Los dos ancianos  han parado después de cruzar el paso de peatones.  En la ciudad se oye una sirena de ambulancia.

Tengo  el corazón  hecho pedazos  y esa ambulancia no viene  por mi.



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