Vivir.
Estoy preparando para este verano mi particular Camino de Santiago desde Sant Cugat.
Siento urgencia por andar.
Siento urgencia por andar.
Hay imbéciles que piensan que vivir es un mérito. Pues no: la vida sigue siendo una fiesta y en medio del baile a uno le importa mucho más que no le pisen el callo,y poco más. ¡Hombre!; que los análisis clínicos sean favorables, las transaminasas estén bien, que los marcadores tumorales no hagan arquear las cejas al médico y pida una segunda prueba.
¡A bailar!
La vida no es de izquierdas ni de derechas , que si Dios existe , tampoco es de izquierdas ni de derechas, y no sé yo si es muy católico.Si Dios existe, y nos dice que es Padre, tiene que ser muy grande muy grande.
Si tu historia, como la mía, es un río que va a parar al mar, si se la deja discurrir sola sin ponerle trabas, y te subes de vez en cuando a un puente de tu biografía y te echas un chapuzón de punta cabeza al río en sentido contrario a la corriente. En dirección a tu infancia. Un rato. Ya verás lo que aprendes. Y después regresas.
Andar. Dentro de nada celebramos año Nuevo. Nuevo. Ya habrás dado unas cuantas vueltas alrededor del sol. ¿Cuántas te quedan?
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