Hay tres millones de especies animales,viviendo en las selvas tropicales, y una de ellas, la hormiga de fuego roja, vive bajo tierra, bajo constante amenaza de aniquilación por inundaciones repentinas.
A la naturaleza no le importa. Si una especie quiere sobrevivir, debe demostrar que lo merece.
Cuando las inundaciones vienen, las hormigas de fuego se unen una a la otra, creando una balsa viviente que puede flotar hasta que el agua baja. Pueden pasarse meses, si es necesario. ¿Cómo una especie desarrolla algo así? ¿Instinto? ¿Prueba y error? ¿Hubo una hormiga de fuego que estaba siendo arrastrada por el torrente de agua, y se agarró a otra hormiga, sólo para encontrar que juntas podían flotar?
¿Y si fueras la única que supiera lo que se debe hacer... pero no tuvieses palabras? ¿Cómo haces que los demás te entiendan? ¿Cómo pides ayuda?"
Siete mil millones de personas en un pequeño planeta.Estamos suspendidos en la inmensidad del espacio, viajando completamente solos.¿ Cómo le damos sentido a eso es el gran misterio de nuestra frágil existencia?.
Jesucristo vino a la Tierra y nos redimió. Dijo de sí mismo que era el Hijo de Dios. ¡Qué locura! Gritó que ese Dios era un Padre. Y proclamó que ya estamos salvados. De hecho , la primera misión de la Iglesia consiste en predicar esa Buena Nueva,y enseñar al Mundo que estamos redimidos.
Quizás allí está la clave de todo. No estamos solos. Descubrir ese Padre es lo que nos puede mantener juntos. Se llama amor esa gracia que os une, necesitados unos de otros de formas insignificantes. Como esas hormigas de fuego , creando un maravilloso enredo: contigo... conmigo, con nosotros.
Y si eso es verdad, entonces, vivimos en un mundo donde todo es posible.
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