Te miro y permanezco seguro , a sagrado. Es la única forma que tengo de no tener miedo a nada , a nadie, ni siquiera a esos miedos que no existen y que tanto asustan.
María, hoy vi fotos de ella - ¡cuántos recuerdos, cuánto amor en esa mirada, cuántas cosas que pude hacer y no hice! ... Pero tú ya sabes como soy, y ella también, por eso acudo a a tus brazos y callo Prefiero estar así, en silencio, a ese no ver , que es como andar con las manos en los bolsillos de lo oscuro y no saber huir del frío , y aferrarte a la incertidumbre , a tus mentiras.
Porque este amor duele
Y lo único que te agradezco es que me acaricies mientras te digo:
—«Te quiero mucho...»
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