miércoles, 8 de marzo de 2017

SENTIR LO QUE SEA.

Escribió Virginia Wolf que “a la gente le gusta sentir sea lo que sea”. Y es cierto. Da mucho miedo pensar que no sienten nada por ti. Que no sientes nada por nadie.

Ese “sentir lo que sea” lo expresa muy bien sor Mariana Alcaforado, la monja que se enamoró viendo al conde de Saint Leger desfilar a caballo; escritas tras el regreso a Francia del conde, la monja narra en ellas su pasión. La escribió en cinco misivas que son consideradas una obra maestra de la literatura universal...

“Ámame siempre, y haz padecer más a tu pobre Mariana”.

El conde era  un  sinvergüenza  que  , años  más tarde, publicó esas cartas  por darse pisto.

Son amores que duran cociéndose a fuego lento en un infierno emocional atormentado y doloroso. Muchas veces enfermizas como una adicción.

¿Pero no es peor el síndrome de abstinencia?

Otra historia de estos años...

“Quiero ser tu puta”, le dijo entre lágrimas al saber que él se marchaba lejos.

Un año después ella le escribió...

“Tuve que ir al psiquiatra. No conseguía olvidarte. Le dije que sabía que no me querías, que sólo venías para echar un polvo y marcharte. Le dije que te daba vergüenza que te vieran conmigo. Le dije que tu condición de hombre de fe te atormentaba en lo que juzgabas como “caídas”. Te despreciabas y te sentías sucio...el psiquiatra me preguntó “si es así, ¿por qué no dejas de pensar en él?”

“Es que le amo...pero verdad que usted me ayudará a desenamorarme?”

También  se  comparte  AQUÍ.

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